La maternidad como vacuna
La maternidad nos ha sostenido durante siglos, tan poco se la mira, se la valora y se la honra que ha sido obviada su característica esencial como sustento permanente para la humanidad.
Las madres cargan a sus criaturas estando felices y con la tripa saciada, cuando están hambrientas, cuando están calientes en sus casas o cuando por el contrario han de caminar meses huyendo de guerras y desgracias. Ellas son la casa segura para sus bebés, la permanencia mientras que todo alrededor se tambalea y parece caer. Gracias a su regazo sus hijas e hijos crecen sintiendo que el mundo más allá de ellas les es indiferente, no les preocupa porque están en el paraíso, están sobre su madre.